“Posteriormente de que lo dejara y volviera tantas veces, nos dimos cuenta de que él solo no podría hacerlo, porque en realidad él no lo controla. Cree que va a recuperar el dinero perdido, vuelve a apostar y claro, vuelve a perder. Él mismo me expresó que había perdido el control”.
El pais
Adicción al juego en adolescentes: “El problema de David con las apuestas empezó cuando tenía solo 14 años”
